domingo, 28 de junio de 2009

Road movie

La última peliculilla que tengo, una Road Movie en miniatura, recorriendo la carretera que va, bordeando la costa, desde Guantánamo hasta el cruce con la carretera de montaña que se dirige a Baracoa, carretera singular que recibe el nombre de "La Farola" y voceada por el régimen como un logro de la Revolusión.

Esa carretera es bonita, no esta mal de firme y tiene el encanto de que los habitantes del lugar te ofrecen frutas: mangos (estamos en temporada, por eso hay tantas moscas), piñas, plátanos, unos albaricoques que parecen higos chumbos y la especialidad de la zona, los cucuruchos de dulce de coco.

Esos cucuruchos merecen párrafo aparte. Son deliciosos, una especie de confitura de coco, dulce y nutritiva. Comida allí, con hambre, es memorable. Traída a casa, se seca y pierde mucho encanto.

El caso es que para ser un producto tan perfecto, contenido y continente, es barato. Compras 3 por 1 CUC, o 10 por 3 CUC sin negociar.

El cono de hoja seca de palma, con su tapadera y su cierre con asa es un misterio de artesanía popular hasta que pasado Baracoa en dirección a Holguin y un poco antes de la conocida fábrica de cacao ves a la derecha, entre otras, la fábrica de cucuruchos.

Otro triunfo de la Revolusión.


3 comentarios:

  1. ¿Ahhhh...? ¿Se secan....? Pues yo todavía no me he comido los que tengo en el congelador. Tendré que añadirles un poco de Ron Matusalen... ¿Vas a contar lo del Matusalen? Ahí sí que caimos como primos. En fin, todo sea por la Revolución de la Revolución

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  2. No si lo puedo evitar, aunque creo que será inevitable.

    Tiempo al tiempo.

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  3. Creo que este video es lo que me faltaba para acabar de morirme de envidia.

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